La llegada a la gran ciudad

En mi caso, he llegado a la ciudad que nunca duerme con el visado de trabajo L1. Sabía que los principios siempre son difíciles, no es la primera vez que vivo en otro país, pero la verdad que no me esperaba tener todas las dificultades que estoy teniendo en esta ciudad. Empezaremos por el principio.

Barcelona – New York JFK

Llegas al aeropuerto y primero te encuentras una cola en inmigración de aproximadamente  una hora. Le enseñas los papeles al oficial, te los sella, se queda una copia, te hace un par de preguntas y te deja pasar. Y piensas, pues no ha sido para tanto. Recoges tus maletas, cuatro en mi caso, y pagas 6$ por un carrito para poder salir del aeropuerto con tantas maletas. Al salir, te ofrecen taxis por todos lados, pero los taxis oficiales que van con taxímetro están al final. Te preguntan dónde vas, y te fijan un precio (ahí te incluyen los extra por maletas, por ser de noche, por los túneles, todo MENOS la propina). Cuando llegas a tu destino, tienes que decidir cuánta propina le dejas al taxista. También puedes no dejar, pero para recorridos largos, siempre debes dar propina, ya que sino te mirarán y te hablarán mal. Las propinas forman parte de la cultura americana, me extenderé más sobre este tema más adelante. También puedes coger taxi o tren dependiendo del aeropuerto, pero en mi caso era muy tarde por la noche, así que preferí la opción más cómoda, rápida, y sí, cara.